Cuando sufres un accidente, hay heridas que se pueden observar a simple vista y de inmediato, que claramente son fundamentales tratar lo antes posible. Pero también puedes sufrir heridas que no muestran síntomas hasta horas o incluso días después del accidente.
¿Por qué? Hay varias razones que pueden explicar la demora en su aparición, incluyendo la liberación de hormonas del estrés durante el accidente, que puede enmascarar temporalmente el dolor y los síntomas, y el shock emocional. Por eso, es importante saber reconocerlos y estar muy atentos a los síntomas para buscar atención médica adecuada en caso de que sucedan. A continuación, exploraremos algunos de ellos:
Latigazo Cervical: Es una lesión muy común en accidentes automovilísticos que implica un movimiento brusco de la cabeza hacia adelante y hacia atrás. Esto causa dolor y rigidez en el cuello y la parte superior de la espalda.
Dolor de Cabeza y Mareos: Si bien pueden no ser graves, también pueden ser el resultado de una conmoción cerebral, el estrés y la tensión experimentados durante el accidente o incluso una lesión en el cuello.
Dolor en el Pecho: Esto puede indicar una lesión en las costillas o incluso en los órganos, por lo que es esencial prestar atención y realizarse un control médico si estos síntomas aparecen horas o días después de un incidente.
Cambios en la Conducta, Estado de Ánimo y Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): Todo accidente conlleva un trauma, en algunos casos es físico y en otros también emocional.
Problemas Cognitivos: Debido a una conmoción cerebral, puedes sufrir problemas cognitivos, como dificultad para concentrarse, olvidos, confusión y cambios en el comportamiento.
Es importante resaltar que después de un accidente, no todas las personas sufrirán los mismos síntomas y las heridas sufridas por cada uno pueden variar. Lo esencial es siempre estar alerta ante cualquier cambio o molestia para consultar de inmediato con un médico.